Cervantes y la búsqueda de la esperada luz tras las tinieblas: la segunda parte de La Galatea

Abstract

Veinte años separan la primera novela de Cervantes (La Galatea) de la primera parte del Quijote (1605); ochos años, la inmortal historia de Alonso Quijano y el siguiente título: Novelas ejemplares (1613). En los últimos tres años de vida, nuestro autor concentró el 71% de su producción editorial. ¿Por qué? ¿Por qué veinte años entre la reconocida como prínceps y la joya que narra las andanzas del hidalgo manchego? ¿Cómo se llega al Quijote? ¿Por qué casi todo queda concentrado hacia el final de su existencia (1613-1616)? En este trabajo se buscan algunas posibles respuestas a estas preguntas y otras similares revisando la vida del alcalaíno y sus singulares incursiones literarias que, a nuestro juicio, siempre estuvieron supeditadas a otras preferencias laborales (militares, en una etapa; administrativas, en otra). Cervantes llegó al lugar que la historia cultural occidental le ha reconocido atravesando un camino cuyo final, en el fondo, no debía ser el que fue. ¿Es posible que ahí, en ese recorrido tan particular, pueda hallarse alguna de las claves de su genialidad? Trataremos de responder también con este trabajo a esta pregunta.