Gestión de la incertidumbre y el estrés en las aulas de interpretación

Abstract

La Interpretación es una actividad que supone un estrés antes y durante el evento, y que debe gestionarse (Gile: 2009). Este estrés, entre otros motivos, se desencadena por la incertidumbre que supone no poder conocer siempre lo que el ponente va a decir. Si bien el estrés es un proceso que afecta a los procesos cognitivos (Bolaños: 2015), como la Interpretación, la gestión de la incertidumbre se relaciona con aspectos antropológicos. De acuerdo con Hosfstede (2001), de hecho, varía entre culturas, lo cual puede suponer para los intérpretes en formación un factor clave a la hora de abordarla, o para saber cuánta tolerancia hacia dicha incertidumbre pueden desarrollar. En esta misma línea, Clouet (2008) afirma que el conocimiento de otras culturas contribuye a mejorar la eficacia de la interacción con personas de otros países, lo cual reduce el nivel de frustración, ansiedad o preocupación y, por tanto, de estrés. Las malas decisiones en Interpretación, se pueden basar en errores de juicio culturales, produciendo por tanto una malinterpretación que provocaría – en última instancia – problemas en la interacción comunicativa. Así, se pone de manifiesto la importancia que tendría para los estudiantes de Interpretación el conocimiento de las culturas no solo de las lenguas de trabajo, sino la propia, porque este conocimiento puede contribuir a reducir sus niveles de ansiedad y estrés. En este trabajo, nos concentraremos en analizar, con alumnos de Interpretación, cuál es su nivel de gestión de la incertidumbre, a partir de las propuestas de Hofstede, cómo les afecta al estrés y como gestionan este, para finalmente, hacer una propuesta de herramientas disponibles dentro y fuera del aula, que contribuya a disminuir la incertidumbre y mejorar la gestión del estrés.