Los fondos de rodolitos: el valor oculto de los ecosistemas marinos

Abstract

Los océanos son el gran desconocido del planeta Tierra, tanto que se estima que sólo el 5% ha sido explorado y es común escuchar que se conoce más sobre la superficie lunar que sobre nuestros océanos. Además, al ser un medio en tres dimensiones da lugar a una amplia variedad de espacios habitables que hospedan una gran multitud de especies marinas. La gran cantidad de factores bióticos y abióticos (pH, luz, nutrientes, corrientes, etc.) hace que los océanos estén conformados por una multiplicidad de ecosistemas únicos y diferentes, que se distribuyen tanto vertical (columna de agua) como horizontalmente (a lo largo del fondo). Estos ecosistemas se caracterizan por albergar una diversidad formidable de fauna y flora, siendo mayor incluso que muchos ecosistemas terrestres, a partir de la cual la especie humana obtiene multitud de productos y servicios. Para tratar de caracterizar de forma más precisa a esta enorme diversidad biológica, los investigadores usan unidades operativas, llamadas hábitats, que permitan clasificar, organizar y describir agrupamientos de especies. De esa manera, es posible conocer y catalogar la biodiversidad a gran escala sin necesidad de tener un conocimiento pormenorizado y exhaustivo de las especies que lo conforman.