Síndrome de Burnout Académico en estudiantes de Trabajo social

Abstract

El término síndrome de burnout se ha empleado tradicionalmente en el ámbito laboral para hacer referencia a una forma de estrés, a menudo cronificado, en el que la persona indica altos niveles de cansancio emocional y cinismo, así como un bajo nivel de realización personal. Generalmente, se vincula a percepciones de falta de reciprocidad o de desequilibrio entre la dedicación y los resultados, así como la experimentación de crisis sucesivas de eficacia, derivadas de demandas de trabajo percibidas como excesivas por la persona. Aunque habitualmente las investigaciones se han orientado al estudio del síndrome en el ámbito laboral y en profesiones relacionadas con el trabajo con personas y la ayuda, tales como la enfermería y el trabajo social; lo cierto es que en las últimas décadas se ha producido un creciente interés por los efectos que origina en el plano académico, especialmente en niveles universitarios. En este ámbito, el síndrome se caracteriza por una manifestación de niveles altos de agotamiento y despersonalización, y bajos niveles de autoeficacia académica, que afectan negativamente al desarrollo, compromiso y satisfacción con la formación académica. Con un carácter transversal y descriptivo, el objetivo de la presente investigación es examinar la prevalencia del síndrome del burnout académico en una muestra de 89 estudiantes (57 mujeres y 32 hombres) de último curso del Grado de Trabajo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, con edades comprendidas entre 22 y 34 años (M = 23.44, DT = 2,20). Se ha empleado el cuestionario Maslach Burnout Inventory-Student Survey (MBI-SS), un instrumento constituido por un total de 15 reactivos con formato tipo Likert de 7 puntos, estructurados en tres subescalas que evalúan a) el grado en que la persona tiene la sensación de no poder dar más de sí misma, tanto física como psíquicamente (agotamiento); b) la presencia de una actitud negativa de desvalorización y pérdida del interés por el estudio (despersonalización); y c) la existencia de dudas acerca de la propia capacidad para realizar el trabajo académico (autoeficacia académica). Este cuestionario permite determinar la frecuencia y la intensidad con la que se experimenta el síndrome. Su presencia se determina en base a puntuaciones altas en agotamiento y despersonalización, en combinación con puntajes bajos en autoeficacia académica. En términos generales, la autoeficacia académica (M = 4.24, DT = 0.82) se revela como la dimensión más afectada de manera negativa, seguida de agotamiento (M = 2.28, DT = 1,02) y de despersonalización (M = 1.31, DT = 1.02). Las puntuaciones obtenidas refieren niveles medios y altos de agotamiento y despersonalización, así como medios y bajos de autoeficacia académica. Asimismo, el análisis de los resultados en función del sexo de los y las participantes, no arroja diferencias significativas para cada una de las dimensiones que constituyen el constructo. En consecuencia, los resultados obtenidos se interpretan como una indicación de la presencia del síndrome autoinformado en las personas encuestadas en un grado medio-alto y que se manifiesta indistintamente en función del sexo. Este estudio destaca la necesidad de explorar uno de los principales componentes psicosociales del desempeño académico, que sirva de base para desarrollar intervenciones que minimicen el impacto del estrés académico en el alumnado.