Identificador persistente para citar o vincular este elemento: http://hdl.handle.net/10553/129901
Título: "Predicare, baptizare saracenos ad fidem noviter venientes, et reconciliare apostatas”. Marco canónico de la actividad misionera de la Orden de los Predicadores en el norte de África (1225-1256) : predicación, conversión y bautismo según Raimundo de Peñafort
Autores/as: Viejo Ximénez, José Miguel 
Clasificación UNESCO: 5601 Derecho canónico
560204 Derecho de la antigüedad
550612 Historia del derecho y de las instituciones jurídicas
590605 Religión
Palabras clave: Cristiandad medieval
Evangelización
Conversión
Catecumenado
Bautismo, et al.
Fecha de publicación: 2023
Publicación seriada: Folia theologica et canonica 
Resumen: En la cristiandad medieval, la predicación y el bautismo eran funciones propias y exclusivas de los sacerdotes y de los monjes ordenados, bajo ciertas condiciones. El ius antiquum protegió la libertad del acto de fe de los adultos,admitió el recurso a la coacción para mantener a los conversos y reguló el catecumenado. Las reglas que llegaron al Decreto de Graciano estaban pensadas principalmente para los judíos. El ius novum de decretales extendió esas disposiciones a los sarracenos. El ius canonicum universal prestó más atención a la pastoral ordinaria que a la misión ad gentes. En el seno de la cristiandad, segregó política y civilmente a judíos y musulmanas. En el ámbito de las relaciones exteriores, las sanciones eclesiásticas limitaban el comercio internacional y la navegación. Las prohibiciones eclesiásticas protegían la fe de los bautizados pero dificultaban la evangelización. Para establecer un equilibrio entre la cura pastoral ordinaria y la actividad misionera se recurrió a leyes particulares y privilegios concedidos a los mendicantes que trabajaban en tierras de misión. El derecho pontificio especial respetó la identidad de los hermanos predicadores tal y como quedó plasmadas en las constituciones elaboradas durante el mandato de Raimundo de Peñafort. Las bulas de 1225 y de 1235, concedidas por Honorio III y Gregorio IX, son el germen de la peculiar jurisdicción de los frailes dominicos destinados en el norte de África y en el norte de Europa, y que después se consolidó mediante la concesión de nuevas prerrogativas. El mandato apostólico y las facultades que lo acompañaban conformaban una jurisdicción misionera especial, de derecho pontificio y de contenido cuasi-episcopal. Esta fórmula impulsó y consolidó la actividad de evangelización que, desde la segunda década del siglo XIII, los hijos de santo Domingo llevaban a cabo en la península ibérica, en Europa oriental y septentrional, y en los reinos musulmanes del norte de África. La experiencia adquirida durante las primeras décadas del trabajo de franciscanos y dominicos en las regiones vinculadas al califato almohade sirvió para perfilar la jurisdicción especial misionera. Raimundo de Peñafort fue uno de los actores destacados del proceso de adaptación del derecho canónico universal a las circunstancias peculiares en las que se desarrolló la evangelización.
In the medieval Christendom, preaching and baptism were the proper and exclusive functions of priests and ordained monks, under certain conditions. The ius antiquum protected the freedom of the act of faith of adults, allowed the use of coercion to keep converts and regulated the catechumenate. The rules contained in Gratian’s Decretum were intended primarily for the Jews. The ius novum extended these provisions to the Saracens. Universal ius canonicum paid more attention to ordinary pastoral care than to the mission ad gentes. Within the Christendom, it segregated Jews and Muslims politically and civilly. In the field of foreign relations, ecclesiastical sanctions limited international trade and navigation. Ecclesiastical prohibitions protected the faith of the baptized people but hindered the evangelisation. In order to establish a balance between ordinary pastoral care and missionary activity, recourse was made to particular laws and privileges granted to mendicants working in mission lands. Special pontifical law respected the identity of the Friar Preachers as set out in the constitutions drawn up during the mandate of Raymond of Peñafort. The bulls of 1225 and 1235, granted by Honorius III and Gregory IX, are the seed of the peculiar jurisdiction of the Dominicans stationed in North Africa and Northern Europe, which was later consolidated by the granting of new prerogatives. The apostolic mandate and the rights that accompanied it constituted a special missionary jurisdiction, of pontifical law and quasi-episcopal content. This solution boosted and consolidated the evangelisation activity that, from the second decade of the 13th century, the sons of Saint Dominic had been carrying out in the Iberian Peninsula, in Eastern and Northern Europe, and in the Muslim kingdoms of North Africa. The experience gained during the first decades of the work of the Franciscans and Dominicans in the regions linked to the Almohad caliphate helped to shape the special missionary jurisdiction. Raymond of Peñafort was one of the leading actors in the process of adapting universal canon law to the particular circumstances in which evangelisation took place
URI: http://hdl.handle.net/10553/129901
ISSN: 2063-9635
Fuente: Folia Theologica et Canonica [ISSN 2063-9325], v. 12 (34/25), p. 211-266 (2023)
Colección:Artículos
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