¿Están los profesores de los centros escolares de la provincia de Las Palmas preparados ante situaciones de emergencias?

Abstract

Objetivo: describir el nivel de vulnerabilidad al que está sometida la comunidad educativa, según el nivel formativo de los profesores y estudiantes como primeros respondientes.

Metodología: estudio descriptivo transversal a una muestra de 432 profesores a los que se les pasó un cuestionario de respuesta estructurada, tipo Likert, durante el curso escolar 2009-2010.

Resultados: se destaca que un 50% de los docentes encuestados no es consciente ni percibe riesgos en sus actividades cotidianas, por lo que tampoco tiene actitudes de autoprotección. Además, su formación y capacitación básica para hacer frente a situaciones de urgencias en el centro no parece ser la apropiada, ya que solo un 23,13% de la muestra se considera preparada o bien preparada para hacer frente e intervenir en una situación de urgencia, mientras que el 31,12% se considera nada preparado y el 45,40% poco preparado. Por otra parte, a pesar de que se hacen simulacros en la mayoría de los centros (71,7%), no existen programas específicos de autoprotección y prevención para el alumnado.

Conclusiones: en la comunidad escolar estudiada, los niveles objetivos de vulnerabilidad de la comunidad educativa son preocupantes en cuanto a que no están lo suficientemente formados. Aunque estos datos no constituyen una novedad, y son fuente continua de preocupación por parte de los equipos directivos de los centros educativos por la alta responsabilidad civil e incluso penal que ello conlleva, se debe seguir insistiendo en la formación y en la preparación de los docentes, dado que la realidad escolar así lo demanda, sobre todo, cuando lo que se preconiza es un modelo de integración de los niños con problemas de salud crónicos. La figura de la enfermera escolar es la respuesta apropiada para establecer una atención de salud escolar segura, eficaz y eficiente.

Objective: to describe the level of insecurity the educational community is subject to, according to the level of training by professors and students as first respondents.

Methodology: transversal descriptive study on a sample of 432 professors, who answered a Likert-type structured response questionnaire, during the 2009-2010 term.

Results: it stands out that 50% of professors included in the survey are neither aware of nor perceive any risks in everyday activities, and therefore they don�t have any self-protection attitudes either. Moreover, their basic training for facing emergency situations at school does not seem to be appropriate, as only 23.13% of the sample consider themselves to be prepared or well prepared to face and act in an emergency situation, while 31.12% consider themselves not prepared, and 54-40% not well prepared. On the other hand, even though emergency drills are conducted in most schools (71.7%), there are no specific self-protection and prevention programs for pupils.

Conclusions: in the school community subject to this study, the objective levels of insecurity in the educational community are a matter of concern, in terms of not having enough training. Even though these data are not new, and represent a continuous source of concern by the school managing teams, regarding the high civil and even criminal responsibility entailed, it is necessary to keep insisting upon the training and preparation of teachers, because school reality demands it, particularly when aiming at a model of integration for children with chronic conditions. The school nurse is the adequate answer in order to establish a safe, effective and efficient school healthcare.