Uso de cereales y forrajes locales en la alimentación de tres genotipos avícolas y su efecto sobre parámetros productivos

Abstract

En Canarias existe un importante número de pequeños y medianos avicultores que producen y comercializan huevos de gallinas bajo regímenes de producción alternativos. Muchos de ellos utilizan genotipos avícolas adaptados a los sistemas camperos y ecológicos. No obstante, durante el último año, los precios de las principales materias primas para la fabricación de piensos destinados a la avicultura han experimentado un incremento de más de un 50% en los mercados internacionales. El archipiélago es especialmente sensible a este alza en los precios por su fuerte dependencia externa de cereales y forrajes que componen la dieta animal. Por tanto, es prioritario buscar fuentes alternativas en el manejo alimenticio de las explotaciones canarias, con el fin de paliar la crisis actual que atraviesa el sector. El objetivo del presente estudio fue evaluar los parámetros productivos y de calidad durante 4 meses en tres genotipos de gallinas (Lohmann White, Franciscana y Canaria) alimentadas, un grupo de cada genotipo con pienso comercial (grupo convencional) y otro grupo de cada genotipo (grupo alternativo) con una mezcla de cereales y forrajes locales (40% trigo, 22% cebada, 15% maíz, 10% cebada, 5% tedera). Los resultados reflejaron que, aunque no hubo diferencias significativas en el consumo de los piensos, hubo una disminución en el peso de las gallinas del 15% aproximadamente en el grupo de la alimentación alternativa. Adicionalmente, los resultados mostraron que bajo este sistema de alimentación hubo una disminución en la producción de huevos del 45% para las Lohmann White, 43% para las Franciscanas y 37% para las Canarias, lo que refleja un desbalance en nutrientes y aminoácidos de la dieta experimental. Asimismo, se obtuvo un peso menor del huevo (50,05 g) con esta dieta para los tres genotipos en comparación con la convencional (57,45 g), y que se ve también reflejado en el peso de la yema (14,89 g vs. 18,11 g) y de la clara (27,74 g vs. 34,03 g). En cuanto al color de cáscara no se observaron diferencias en los parámetros CIELAB, mientras que el color de las yemas de los huevos convencionales presentó mayores valores en los parámetros rojo-verde (a*) y amarillo-azul (b*) confiriendo una tonalidad más naranja que las yemas de los huevos alternativos que tuvieron un color amarillo pálido. Finalmente, no se encontraron diferencias en el pH de la yema y de la clara en ambos grupos experimentales y que coinciden con la literatura consultada.